jueves, 25 de agosto de 2011

CABELLO GRASO

El cabello grasoso realmente no existe, el grasoso es el cuero cabelludo.  El pelo grasoso tiende a aplastarse y lucir totalmente apagado.

El exceso de grasa en el cuero cabelludo baja al pelo y hace que el cabello luzca grasoso.  
¿Que Causa el pelo grasoso?
Hay varias causas. Las mas comunes son:
  • La Dieta. Una dieta rica en grasas se cree que puede causar un cuero cabelludo grasoso.
  • Desajustes Hormonales.  
  • Herencia.  Los genes contribuyen a tener un cuero cabelludo grasoso.        
Algunos Trucos para Lidiar con el Cabello grasoso

L
avar el pelo muy seguido hace que este tipo de cuero cabelludo se vuelva mas grasoso.  Si lo lavas todos los días no uses champú para cabello grasoso, porque podría dañar tu cabello.
Usa un acondicionador muy ligero, pero no lo apliques en el cuero cabelludo solo en las puntas.
Los aceites esenciales de geranio, naranja, junípero, eucalipto, lavanda y pomelo ayudan a regular la cantidad de aceite.  Un tratamiento fantástico es hacerte un tratamiento en el cuero cabelludo con aceites.  Al cepillarte estas extendiendo el aceite del cuero cabelludo al pelo.  Cuando sientas el pelo grasoso y no tengas tiempo de lavarlo evita cepillarlo mucho
Las hierbas también son maravillosas para tu pelo.  La manzanilla, la cola de caballo, la menta, la caléndula y el tomillo, ayudan a balancear las glándulas cebaseas del cuero cabelludo.  Aromaterapia para el cuero cabelludo
Un tratamiento muy fácil para balancear  el cuero cabelludo es el siguiente:
Mezcla aceite de almendras con dos gotas de aceite esencial de naranja (o el aceite que prefieras de los que mencionamos anteriormente).  Ponte el aceite en el cuero cabelludo y masajea energéticamente.  Deja el aceite por 10 minutos y lávate la cabeza.         

CAMBIO DE IMAGEN

Todas hemos visto como ocurren las transformaciones de belleza en los programas de televisión y soñamos en algún día tener una experiencia similar. 




Estas transformaciones, o make over como se les llama en Ingles, son tan populares que las televisoras las usan para tener mas audiencia en temporadas bajas.

Buenas noticias, tu puedes hacerlo sola. No hace falta ningún programa de televisión ni ninguna hada madrina. Lo único que necesitas es armarte de un sentido de aventura, buen humor y creer en ti misma para emprender una transformación de belleza.
A medida que pasa el tiempo las modas cambian y también nuestra apariencia. En este proceso algunas veces nos cansamos de nuestra imagen. Estamos hartas de nuestro estilo de peinado, no nos gusta la ropa que tenemos, queremos bajar de peso, y en fin queremos una nueva imagen. Este proceso debe ser divertido y debemos de tomarlo como una oportunidad de conocernos a nosotras mismas.

¿Como Hacerlo?


La forma más fácil de cambiar de imagen o tener tu propia transformación de belleza es cambiar por lo menos una de las siguientes:

1- Cambia de corte de pelo
2- Cambia de color de pelo
3- Cambia de maquillaje


Las trasformaciones mas radicales involucran cambiar todo al mismo tiempo. Pero claro no todas queremos una transformación radical podemos elegir una transformación progresiva. 




Usa la Cabeza... Para lucir un pelo glorioso

El corte y el estilo de peinado deben ser hechos por un profesional. Los tintes casero no siempre dan buenos resultados y cuando quieres lucir lo mejor posible es recomendable ir al peluquero. Muchos peluqueros tienen temor de sugerir cambios drásticos de estilo o color PORQUE LA MAYORÍA DE LOS CLIENTES NO LOS DESEAN. Si tu deseas un cambio se explicita con el/la estilista. Explícale que deseas cambiar y verte diferente y descríbele de la mejor forma posible como quieres verte.

La mejor forma de explicarle a tu estilista es mostrarle fotografías del tipo de corte o imagen que te gustaría. No esperes verte como la modelo de la fotografía, cada cabello es diferente. Mantén tu mente abierta para aceptar sugerencias del estilista. Un buen estilista te escuchara, te explicara las opciones y tratara de satisfacerte.


Los estilistas tienen temor de ofender a sus clientes sugiriendo cambios, entre mas cambio más riesgo que el cliente no guste del nuevo estilo. Otro aspecto es pereza y comodidad. Los estilistas tienen tiempo limitado para cada cliente entre mas cambio mas esfuerzo y tiempo se necesitara. Un buen estilista debe dedicarte tiempo. Entendiendo estas limitaciones, busca un buen estilista (aunque cueste mas), ve a la cita preparada no espere que el estilista te lea la mente, muéstrale fotografías, explícale lo mejor que puedas y pídele su opinión, también exprésale que tu confías en ella o él. Lo mismo aplica al color del pelo.
Si tienes buena comunicación con el estilista y este es un buen profesional puedes obtener los resultados esperados la primera vez. Pero sino es así no te desanimes y la próxima vez ve a otro estilista. Muchas veces aun con fotografías los estilistas no siguen instrucciones. Un buen profesional lo hará, pero si no lo encuentras la primera vez sigue buscando. 



Muestra tu mejor Rostro.  Para muchas mujeres el maquillaje es algo natural. Instintivamente se lo aplican y les queda de maravilla. Normalmente estas personas disfrutan aplicándose diversos colores y experimentando nuevas técnicas. Para otras el maquillaje es un reto y para la mayoría es una actividad rutinaria.


Los colores en el maquillaje cambian cada estación, sin embargo los colores básicos, los tonos ahumados para los ojos, los colores de las bases, los bronceados para las mejillas son eternos. Sin embargo un maquillaje pasado de moda nos hace parecer mayores de lo que somos, anticuadas y monótonas. No dejes que esto te pase.

La mejor forma de aprender a usar maquillaje y la más barata es asistir a las sesiones de maquillaje en las tiendas por departamentos. Hay que tener en mente que en estas actividades el objetivo es vender. Pero tu no tienes que comprar nada si no te parece o hacer una compra mínima si lo deseas. Todas las líneas de prestigio ofrecen en ocasiones especiales aplicaciones de maquillaje, mantente alerta esta puede ser la oportunidad ideal para ti.

En estas sesiones la maquilladora te enseñara como usar los productos y debe de darte notas escritas pero si no te las da asegúrate que tu misma las escribes inmediatamente para no olvidar nada. Haz dibujos y diagramas, enumera las actividades y describe cuidadosamente como te aplico cada parte del maquillaje. Sin hacer esto no aprenderás mucho de una sola lección. No tengas temor a hacer preguntas, la maquilladora esta allí para servir al cliente, no te esta haciendo ningún favor le están pagando por hacerlo.

En USA, Canadá y algunos países europeos las mejores opciones para obtener una clase de maquillaje y si se desea adquirir productos de buena calidad a precios razonables es acercarse al mostrador de Mac, Trish McEvoy, Stila y otras líneas de maquillaje similares. Estas líneas tienen colores nuevos, usan técnicas innovadoras y atienden muy bien al cliente. Estas líneas son también más baratas que las líneas tradicionales (como Lancome y otras líneas francesas) porque no usan empaques sofisticados.

Otra opción es la tienda Sephora. Esta tienda es un paraíso para los amantes del maquillaje, venden casi todas las líneas y tienen personal muy bien entrenado para ayudarte a seleccionar los mejores colores y productos para ti. Los vendedores no son persistentes y puedes solicitar un make over total (algunas veces necesitaras cita, pero es gratis) donde te enseñaran a usar todos los productos que necesitas. Con esta gente también tienes que ser honesta y explicarles el tipo de maquillaje que deseas.

Por supuesto también están las clases de maquillaje en los salones y spas. Dependiendo de la experiencia del artista del maquillaje esta puede ser una buena opción. Estas clases duran mas o menos una hora, en USA cuestan aproximadamente $60.00. Durante este tiempo tendrás la atención total de la maquilladora y te explicara paso a paso como maquillarte. Nosotros creemos que es una buena idea primero ir al mostrador de las tiendas de la que hablamos antes de gastar en una clase.

Con tanta opción no tienes excusa ya sea que desees un maquillaje sofisticado, natural o casi invisible.
Claridad 
Como ves, un cambio de imagen es algo que no puedes dejar a otros, tú eres la que selecciona como quiere lucir. Cuando lo tengas claro en tu mente busca fotografías de artistas, modelos, u otras y haz una cita con tu peluquero y con un maquillador. La claridad y buena comunicación te darán el look que deseas.

Volvamos a la pregunta ¿y la ropa? Veras que cuando cambies tu imagen internamente tu empezaras a cambiar la forma en que te vistes y aun con la misma rola la usaras en estilos diferentes. No creas que necesariamente tienes que ir y gastarte una fortuna en ropa. Poco a poco puedes comprar nuevas prendas para complementar tu nuevo estilo.
Cambio Interior 
Las verdaderas trasformaciones de belleza comienzan dentro de ti, tu tienes que desearlo y confiar en ti misma. Las transformaciones de los programas de belleza en su mayoría no tienen efectos permanentes. Esto es lo que declaraba la famosas presentadora Estadounidense Oprah quien en muchísimas ocasiones en su programa ha tenido estas transformaciones de belleza. Si tu cambias la forma en que te ves a ti misma tu imagen cambiara. Si tu no cambias la forma en que te ves a ti misma no habrá maquillaje que te cambie.
¿Te atreves a Cambiar?
Los riesgos son mínimos el pelo crece, el color se va, el maquillaje no tienes que usarlo si no lo deseas. Las transformaciones de belleza no son para cenicienta, son la forma en que expresamos un deseo interior.

Si tu quieres tu puedes, es fácil y divertido. Si te decides a hacerlo tómalo como una aventura divertida y entretenida. Deja el temor y gózalo. 



¡¡TU PUEDES SOLO ES CUESTIÓN DE QUERER!!

Elementos y Color en el Maquillaje


COLOR 
Uno de los aspectos mas importantes en la selección de tu maquillaje es la selección del color.  La selecciones de los mejores colores para ti es hasta cierto punto instintiva.  Usualmente los colores que mas nos gustan son también los colores que mejor nos quedan.  
La pigmentación de la piel determina los colores que nos quedan mejor.  En esto basa la teoría de las cuatro estaciones, de la que vamos a hablar en una edición futura.


ELEMENTOS   
Base.  La base puede ser liquida, sólida o cremosa y debe de ser lo mas parecida al color de tu piel.  La base debe de ser de la mas alta calidad posible. 
POLVOS.  Los polvos sueltos o compactos deben de ser de mas alta calidad posible. 

Corrector.  El corrector preferiblemente debe de ser dos tonos mas claros que la base. 

Rouge.  El rouge (o blush) puede ser en tonos bronceantes para un efecto natural o en colores para crear efectos especiales.  si no usas mucho maquillaje los colores suaves en tonos bronceantes son mas fáciles de combinar. 

Mascara.  La mascara hace parecer los ojos mas grandes.  El color mas común es negro, pero en algunas ocasiones dependiendo del color de tus ojos y piel puedes usar otros colores. 

Sombras. El color de las sombras de ojos depende de tu estilo personal, y el color de tu piel y tus ojos. 

Lápiz Labiales. El ultimo paso en la rutina del maquillaje.  El toque final debe contrastar con el resto del maquillaje.  Casi todos los labiales son hechos con los mismos materiales.  Así que la diferencia de precio no garantiza mejor calidad.  

Lápices de Ojos.  Ayudan a definir los ojos para que luzcan mas  prominentes.   La calidad de los estos lápices no varia mucho entre productos de bajo y alto precio.  
 

UN POCO DE HISTORIA DE LA BELLEZA



HOLA CHAVAS PUDIERA PARECER UN POCO ABURRIDO LEER UN POQUITO SOBRE EL MAQUILLAJE A LO LARGO DE LA HISTORIA, PERO RESULTA INTERESANTE SABER COMO NUESTROS ANTEPASADOS UTILIZABAN MATERIAS PRIMAS DE LAS QUE DISPONIAN PARA CREAR SUS PROPIOS COSMÉTICOS.....






Maquillaje… La primera visión que despierta este nombre es la que ha promovido la industria cosmética. De hecho, inmediatamente pensamos en colores y cremas aplicados en la piel para modificar su aspecto, realzando las facciones o caracterizándolas por motivos rituales o dramáticos.
En la vida cotidiana, todo maquillaje subraya la originalidad de quien lo usa, oculta sus defectos físicos, y a la vez, le sirve como lenguaje no verbal. ¿Pero es dicha práctica un fenómeno reciente? ¿O más bien se trata de algo que acompaña al ser humano desde la noche de los tiempos?
El significado social del maquillaje queda puesto en evidencia en multitud de manifestaciones públicas de la cultura contemporánea. La publicidad de cosméticos realizada a lo largo del siglo XX y en estos inicios del XXI incide en un tipo de mensaje que, pese a su constante reiteración, parece no perder eficacia a la hora de promover ciertas prácticas.
He aquí una obviedad: las imágenes promocionales de modelos reflejándose en espejos, o despertando la atención de admiradores, son más atractivas por el modo en que sus facciones son embellecidas por el maquillaje. Tanto el espejo como la mirada ajena sirven para enfatizar un comportamiento que oscila entre el narcisismo y la constante voluntad de seducir a los demás.
De estos planteamientos parece haberse generalizado un prejuicio sobre el maquillaje: que éste limita su función al puro afán de belleza. Sin embargo, el hecho de aplicar productos en la piel para modificar colores y texturas no es exclusivo de las sociedades más avanzadas.
Antes al contrario, el enorme repertorio comunicativo del maquillaje tiene un carácter universal, y puede emplearse para agradar, pero también para inspirar temor.
Simbolismo social del maquillaje
Desde un punto de vista antropológico, el maquillaje posee dos funciones esenciales. Por un lado, es una forma de adornar el rostro u otras partes del cuerpo para identificar al individuo como miembro de un grupo o tribu.
Por consiguiente, no hay grandes diferencias entre una joven occidental que sigue la moda y colorea sus ojos según ese patrón coyuntural, y la pobladora de la selva ecuatorial que tiñe su rostro con pigmentos vegetales.
Ambas están declarando, mediante esos colores, que pertenecen a una determinada sociedad. En su lenguaje corporal, resaltan que su identidad forma parte de un grupo capaz de crear modas específicas o de adornar su piel con ciertas tonalidades originales.
Por otra parte, el maquillaje sirve para resaltar la individualidad dentro de ese grupo específico. Los colores del maquillaje son un símbolo de status.
Por ejemplo, cuando un indio txucahamei del Brasil se maquilla, da testimonio de su condición de guerrero: con el rostro teñido de rojo intenso y negro comunica que es hombre, que pertenece a la tribu, que está en edad de luchar y que ha sido iniciado en ciertos misterios religiosos; en suma, que ha alcanzado cierto rango social del cual es distintivo el diseño de su cara.
Algo muy semejante ocurre con las tribus urbanas en las grandes ciudades europeas. Los jóvenes que se integran en esos grupos pueden maquillarse de un modo determinado, identificándose como miembros de esa colectividad y, ante todo, manifestando su rebeldía frente al aspecto uniforme que caracteriza a sus conciudadanos, menos rebeldes y atrevidos en su atuendo.
Su maquillaje comunica, en cierto sentido, toda su filosofía de la existencia.
De esas dos utilidades básicas del maquillaje –pertenencia al grupo y diferenciación individual– se derivan otras funciones, que están condicionadas por las prioridades establecidas en cada sistema social.
Si, como ocurre hoy en Occidente, la juventud es un valor indiscutible, muchos individuos se maquillarán para ocultar los estragos del envejecimiento en su piel.
En el caso de rituales simbólicos, los maquillajes se emplearán para definir ritos de iniciación, como sucede con la pintura blanca que se aplican los aborígenes australianos.
Cuando el rito tiene como fin la ruptura temporal de las convenciones sociales, el maquillaje se convierte en un estridente sistema de comunicación, alejado de todo gregarismo, como ocurre en los carnavales.
Y, finalmente, cuando la actividad social tiene por fin la dramatización de algún hecho, los individuos caracterizan sus facciones para encarnar otras personalidades. Así sucede, por ejemplo, en ciertas danzas folklóricas o en las representaciones teatrales.
El maquillaje se usa siempre para realzar ciertos gestos que es necesario enfatizar por motivos comunicativos. El guerrero papú de Nueva Guinea o el indio sioux de Norteamérica emplean, antes de enfrentarse al enemigo, pinturas que acentúan sus rasgos más temibles, haciendo de su cara un mensaje amenazador.
La modelo de alta costura delinea sus párpados para ofrecer una mirada más expresiva y deseable.
El anacoreta hindú que haya sido iniciado en sus misterios religiosos, decora su frente con motivos que expresan su status espiritual.
Una actriz que debe personificar a una seductora, se pinta sus labios con un rojo muy vivo, que sirve de incitación erótica.
En definitiva, todos ellos emplean los cosméticos para entrar en sociedad y, sin necesidad de palabras, hacer comprender a sus semejantes determinadas peculiaridades de sí mismos.
Historia del maquillaje
Tal y como se deriva de la observación de grupos sociales con una mínima tecnificación (los aborígenes australianos, los bosquimanos surafricanos o los yanomamis de las selvas venezolanas), el maquillaje parece haber estado presente en las relaciones humanas desde la prehistoria.
Los primeros pigmentos aplicados en la piel seguramente tuvieron la misma utilidad que las máscaras, es decir, sirvieron para adoptar ciertas personalidades en ritos propiciatorios o iniciáticos.
A ese carácter mágico fue añadiéndose un deseo de belleza que también parece ligado a la personalidad humana desde tiempos remotos. Pinturas de origen vegetal y mineral fueron empleadas para teñir determinadas zonas del rostro, resaltando la feminidad o masculinidad, el status social o el papel desempeñado en determinadas ceremonias.
Los hombres y mujeres de la civilización egipcia fueron conocidos por su refinado uso de los cosméticos, puesto en evidencia en las diversas muestras de su arte, particularmente en los retratos de los faraones que aún se conservan. Como en otras culturas, la henna se empleó para colorear las uñas, a lo que hay que añadir un preparado de antimonio que servía para dibujar el característico perfil azul visible en los párpados de los faraones.
Ese deseo de delinear los párpados también fue habitual en los antiguos reinos de la India, donde las mujeres recurrieron a la alheña para teñir de rojo sus dedos, las plantas de sus pies y determinadas zonas de sus rostros.
Los avances egipcios en el campo de la cosmética tuvieron su prolongación entre los romanos. Este refinamiento de las civilizaciones antiguas contrasta con la extrema seriedad del Medievo cristiano, que limitó de forma extraordinaria los afeites para el embellecimiento artificial.
No ocurría lo mismo en lugares como Japón, donde las mujeres blanqueaban sus rostros, teñían de negro sus dentaduras, depilaban completamente sus cejas y empolvaban sus nucas, en una muestra sofisticada del maquillaje usado entre la jerarquía dominante de aquel país.
Sin embargo, el uso de polvos para aclarar la piel no fue exclusivo de Oriente. La práctica de blanquearse el rostro, de moda en la Europa del siglo XVIII, tenía como propósito mostrar el nivel social de las personas, pues sólo aquellos individuos que realizaban trabajos manuales sufrían el efecto de los rayos solares, en tanto que la buena sociedad conservaba la palidez.
En el París anterior a la Revolución Francesa se dio asimismo el dibujo de lunares falsos, que podían determinar ciertos mensajes según el lugar en que fueran situados.
Este tipo de prácticas, a veces extravagantes, fue atenuándose, aunque la palidez continuó siendo identificada con belleza femenina hasta comienzos del siglo XX.
Fue en la década de los veinte cuando el vestuario de la mujer cambió de forma radical, y también lo hizo el maquillaje, dando lugar a prácticas como el depilado de las cejas o el uso cada vez mayor de pintalabios.
Tras la Segunda Guerra Mundial, la emancipación de la mujer favoreció la progresiva aparición de maquillajes más personales y atrevidos, siguiendo, en lo sucesivo, las modas de cada momento.
Además, una mayor expresividad y la paulatina desaparición de ciertos convencionalismos sociales propiciaron el desenvolvimiento de nuevos diseños, nuevas coloraciones, más acordes con el tipo femenino impuesto a partir de la década de los sesenta.

En la prehistoria.

De esta época poseemos muy poca información para poder hablar con exactitud, podemos hablar de sus inquietudes artísticas plasmadas en numerosas pinturas.
Los pintores paleolíticos ya conocían colorantes que utilizaban diluidos en excipientes grasos y que se han conservado fosilizados. Estos pigmentos nos hacen pensar que eran utilizados para adornar su cara y cuerpo.
Se han descubierto restos de sulfuro de antimonio, tubos de pasta ocre de junco y diversos enseres que nos da a pensar que servían para cuidados estéticos.

Mesopotamia 

Las fuentes son bastantes escasas. El ideal de belleza de la época eran caras delgadas, piel clara, cabellos claros o negros y cejas largas.
Sabemos que fabricaban diversos tipos de perfumes. Su mitología nos cuenta que la diosa Istar retocaba sus ojos para llevar su seducción hasta los infiernos. Los ojos se destacaban y se agrandaban con khol, una especie de máscara a base de antimonio. (También utilizado en la actualidad). También utilizaban productos similares como el polo e oro, el rojo Illera y el kalu. Las cejas las pintaban en un solo trazo.
También practicaron la depilación y el cuidado de las uñas, dientes y orejas.